Con el propósito de socializar los avances de los programas de restauración, sistemas agroalimentarios y conservación de la biodiversidad, líneas estratégicas que hacen parte del Proyecto Corredor Andino Amazónico que se ejecuta en el Huila, en la vereda El Mezón  zona rural de Garzón, se adelantó un encuentro con los beneficiarios del proyecto que ya cumplió su primer año y medio de ejecución.
El encuentro contó con la participación de representantes de Conservación Internacional Colombia, la Alcaldía de Garzón, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM, grupos de monitoreo y los beneficiarios del proyecto.
Para el Director de la CAM, Camilo Augusto Agudelo Perdomo, el proyecto Corredor Andino Amazónico, que vincula a 13 municipios del Huila, cuenta con el financiamiento de cerca de cinco millones de dólares como resultado de la cooperación internacional, las alcaldías, la Gobernación del Huila y la autoridad ambiental del Huila.
“Estamos muy contentos con el balance del primer año del Corredor Andino Amazónico. Es un proyecto que pretende abordar elementos centrales de la conservación. Uno, está relacionado con la conectividad biológica de toda la cordillera oriental y para ello, se hará una intervención en todos los mosaicos y paisajes que comprenden la conectividad entre las áreas protegidas. Estamos trabajando con más de 1.000 familias hoy vinculadas al proyecto, alrededor de distintas estrategias de protección de estos territorios relacionadas con el mejoramiento de los sistemas de producción de café y frutales, articulados al mejoramiento de la cobertura vegetal”, explicó Agudelo Perdomo.
Otro de los frentes de trabajo de este proyecto está relacionado con garantizar las conectividades biológicas con los paisajes productivos, a través de un ejercicio de mejoramiento de las condiciones del recurso hídrico y para ello se están trabajando sistemas de descontaminación de aguas residuales por medio de una estrategia social de conservación de estos ecosistemas.
Sobre el componente de la biodiversidad, se han adelantado cerca de 20 expediciones, labor que se desarrolla de la mano con los grupos de monitoreo, lo que ha permitido avanzar en el conocimiento de la biodiversidad presente en el territorio.
“Un elemento esencial  es el mejoramiento y el bienestar de las familias que habitan el corredor, por eso venimos trabajando en la seguridad alimentaria a través de huertas y sistemas agroalimentarios que a su vez coadyuvan a que las personas comprometidas con la protección de la biodiversidad, desarrollen también mejores condiciones sociales para ellos”, destacó el Director de la CAM.

Los logros
Para Rey Ariel Borbón, director de paisajes de Conservación Internacional, “esta socialización es importante porque permite evidenciar delante de todos los beneficiarios, los logros de los componentes de restauración, protección de biodiversidad y recurso hídrico, alcanzados durante casi 18 meses del desarrollo del proyecto del corredor andino amazónico”, mencionó.
 
Dentro de los logros alcanzados se encuentran 240 hectáreas recuperadas y restauradas vinculando alrededor de 400 beneficiarios de los diferentes municipios de la zona de la cordillera oriental, especialmente familias cafeteras.
Se ha desarrollado una estrategia de articulación entre la CAM y siete grupos de monitoreo comunitario, permitiendo hacer caracterizaciones biológicas de las áreas protegidas de la cordillera oriental.
En lo que tiene que ver con el recurso hídrico,  se han adelantado acciones que permiten garantizar la protección de las fuentes que abastecen los acueductos municipales.

Los beneficiarios
Para Wilmer Alexander Rivera Garzón, habitante de la vereda San Rafael de Garzón, han sido valiosos los beneficios que le ha traído el proyecto Corredor Andino Amazónico, “tengo una finca familiar con una reserva natural de 25 hectáreas que siempre hemos protegido, así como la quebrada Garzón. Nos adherimos a este proyecto aprendiendo a conservar las cuencas y áreas forestales. Además, estamos cosechando nuestros propios alimentos con el programa de huertas caseras”.
Entre tanto, Carlos Alberto Vargas, del Grupo de Monitoreo Comunitario Ecosan manifestó que a través del proyecto han recibido dotación de equipos, capacitación y conocimiento técnico, “estamos demostrando que el Huila no es solo café, porque estamos ofreciendo resultados sobre las franjas de reserva que hay en los cafetales, por ejemplo encontramos más de 100 especies de aves en la zona y eso es muy importante en términos de biodiversidad”.